Mario Conde, todo un caballero.

El sábado por la noche en el descanso del partido Villareal - Atlético de Madrid cambié de cadena y me topé con la imagén de uno de los personajes más famosos en España en la década de los noventa por el escándalo financiero de Banesto: Mario Conde.

Mario Conde es un gallego de 60 años que estudió derecho en la Universidad de Deusto, posteriormente enfocó su vida profesional hacia el cuerpo de abogados del Estado con la mejor nota histórica de las oposiciones. Sus primeros éxitos en el mundo de las finanzas llegaron al mando de empresas de la industria farmacéutica junto al señor Abelló, dueño de Laboratorios Abelló (Frenadol era el paladín de la empresa en aquellos momentos). Ambos se hicieron de oro vendiendo la empresa a la compañía Merck Sharp and Dome por 2.700 millones de pesetas. Posteriormente compraron la empresa Antibióticos S.A. y en poco más de dos años triplicaron los beneficios de la empresa, la cual vendieron por 58.000 millones de pesetas a la farmacéutica italiana Montedison. Se encaramó a la presidencia de Banesto y fue nombrado doctor honoris-causa por la complutense de Madrid gracias a la magistral defensa que hizo frente a la OPA hostil presentada por el Banco Bilbao hacia Banesto, hasta el 28 de Diciembre de 1993 que fue destituído por la intervención del Banesto por parte del Banco de España por un déficit en recursos propios de 450.000 millones de pesetas (cuando llegó a sus manos la entidad tenía un déficit de 100.000, pero dos años después ya repartía dividendos entre el accionariado). Se especula a que la destitución y encarcelación fue una treta política debido a que el señor Conde pretendía fundar un partido político que según las encuestas de la época hubiese puesto en peligro el bipartidísmo PP-PSOE.

Todo estos éxitos se quedan en una mera anécdota al oírlo hablar: acató su encarcelación, reconoció los errores cometidos y alaba al sistema judicial español en la actualidad y no le guarda rencor a los instigadores de su puesta en prisión. Me quedé impactado de las innumerables veces que habló de la importancia de la amistad, el alma y la honradez en la vida de un hombre, así como el amor incondicional que profesó a la única mujer que tuvo en su vida, fallecida hace un año. Para mí todo un ejemplo de hombre de éxito y caballero de píes a cabeza.

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