La "supuesta" incoherencia de los PGE, con la nueva modelización de la estructura económica que se desea para nuestro país, basado en I+D+i y el aumento de la competitividad, me han empujado de forma ferviente a escribir este post. Pero, si quieres saber por qué son coherentes, pincha en "leer más"
Según los datos publicados en el "Cuadro de Indicadores de Competitividad de 2008", el gasto en I+D+i en España en 2007 fue de un 1,3% del PIB, muy por debajo de la media europa, situada en un 1,8%, y a años luz de países como Japón, EEUU y países del lejano oriente, paladines de la investigación y el desarrollo a nivel mundial. A estos datos les debemos sumar los males endémicos de nuestro país en esta materia, que ya han sido mentados en este blog, y que son los siguientes:
- La inversión se encuentra apoyada en su mayoría por el sector público (gobierno español y comunidad europea), dado que la estructura española, sustentada por la pequeñas y medianas empresas, no hacen posible que se invierta en un activo que exige capacidad de financiación y fe en las posibilidades de éxito para alcanzar los objetivos.
- La coyuntura actual de crisis hace que el fondo de maniobra de las empresas se vea reducido, por lo que la capacidad de financiación se ve considerablemente reducida (no olvidemos que la crisis bancaria ha cortado el flujo de concesión de crédito). Cuando el dinero escasea, y afecta al bolsillo del empresario, la fe se ve inexorablemente abatida por el pragmatismo.
- La trasferencia de conocimiento entre los centros de conocimiento (Universidades, asociaciones de investigación...etc) y las empresas, es muy poco aprovechada en nuestro país, bien por una mala interconexión, o bien por una falta de convecimiento, recursos y/o conocimiento de los empresarios para aplicar los datos de los estudios a la realidad empresarial.
Sobre estas líneas podemos ver un gráfico con el reparto del PGE (fuente: El blog salmón), del que destaca el gasto en servicios sociales, con más de la mitad del presupuesto.
Tampoco nos vamos a olvidar del cortoplacismo que ha tenido el plan E, un plan de activación de empleo que va a servir a los dirigentes para mantener contentos a los desemplados de sectores que deben sufrir un importante ajuste de oferta, como la construcción, y que no tendrían cabida en el nuevo sistema. Sin duda es una buena estrategía para mantener un porcentaje de votos y estos tiempos convulsos, con lo cual los PGE toman coherencia, pero las preguntas son:
- ¿Qué eslabonamientos hacía adelante va a generar el Plan E?, es decir, ¿qué retorno económico van a generar la inversión en fuentes para el atrezzo de los parques, pistas de fútbol y baloncesto...etc, a la economía española?. Pincha aquí para ver un artículo de opinión sobre este tema.
- ¿Dónde se va a colocar ese exceso de mano de obra que va a generar el ajuste económico, y que no tiene cabida por su preparación en el nuevo modelo?, a caso, ¿no exige la remodelación de la estructura económica en un país, una previa remodelación de la educación con un periodo de tiempo lo suficientemente amplio para que se vea reflejado en las actitudes y aptitudes de las nuevas generaciones?
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