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jueves, 21 de junio de 2007

Por una sanidad española mejor

La idea es incorporar en las consultas de los médicos de cabecera una urna o hucha para que la gente que lo desee haga una donación por el servicio que le ha prestado el medico de cabecera.
Habría que hacer una campaña publicitaria, dejando claro que el dinero que se recaude ira destinado íntegramente a la mejora del servicio del ambulatorio en el que se deposite la donación, o en menor porcentaje a los hospitales de la ciudad. Por ejemplo un 75 y 25 por ciento respectivamente.
Esta medida serviría, para ayudar económicamente a nuestro sistema de sanidad, asegurando un mejor servicio local, y no a nivel estatal, ya que sino las ayudas son menos plausibles.
Podría ayudar a descongestionar el sistema, ya que con el dinero recaudado se mejorarían los servicios, añadiendo médicos o infraestructuras mas eficientes.
serviría también para que los gerentes de cada ambulatorio supieran que médicos dan un buen trato y cuales no, primando tal vez al medico que mas donativos recaude, por ejemplo añadiéndole días de vacaciones.


Tenemos una sanidad estupenda, de buena calidad y universal, hecho que nos destaca ante otros países, pero mantenemos un sistema antiguo, que no prima a los mejores médicos sino que los explota haciéndoles pasar consulta a 30 personas en una misma mañana. Tenemos que fomentar la calidad y descongestionar el numero de pacientes.


Otro hecho relevante, es la cantidad de medicinas que acaban sobrando, nos dan cajas de pastillas de 20 o 30 comprimidos cuando muchas veces el tratamiento acaba antes, por lo que en muchas casas hay una “despensa” de antiguos medicamentos que antes o después caducan, despilfarrando así dinero de la seguridad social. Deberíamos intentar que se diesen los medicamentos justos en las farmacias.
Con el dinero que se ahorraría de las subvenciones sobre los medicamentos, se podría ayudar inicialmente a las farmacias, formando a los farmacéuticos para evitar posibles equivocaciones a la hora de entregar las pastillas.
Esto es complicado por la fuerza que ejercen los laboratorios farmacéuticos sobre los gobiernos, pero debe llegar el día en que cese, las patentes de los laboratorios encarecen la medicina, obligando a que millones de personas se queden sin tratamientos que en esencia son baratos. Países como Brasil o Nigeria recientemente han roto estas patentes para poder ofrecer tratamientos a sus ciudadanos.

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