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jueves, 4 de febrero de 2010

Sembrando incertidumbre.

Las últimas declaraciones de los miembros del Gobierno acerca de futuras modificaciones en las pensiones por la ampliación del horizonte temporal de su cálculo, así como el incremento de la edad de jubilación hasta los 67 años.

Es obvio que la población española está envejeciendo, lo que conlleva que un trabajador en España tenga que mantener con sus cotizaciones a un número cada vez mayor de pensionistas, a los que hemos de unir al funcionariado, que ya alcanza los tres millones en España según la última EPA. Si a todo ésto le añadimos que la población ocupada desciende, dado que nuestro país ya ha alcanzado la cifra de 4 millones de parados, la incertidumbre acerca del futuro, y la crispación, se cierne sobre las cabezas de todos aquellos que trabajan y cotizan en España.

Veámos la pirámide de edades española (fuente: elaboración propia a partir de datos del INE. Pinchar para ampliar), donde se observa que la banda de edad entre los 31 y los 45 años es consideráblemente mayor con respecto a las bandas de menor edad, lo que provocará una saturación en el ratio "pensionistas/cotizantes" dentro de dos décadas.




Actualmente, las pensiones se calculan mediante las cotizaciones de los últimos 15 años, la propuesta del Gobierno, calificada hoy como una mera simulación por Celestino Corbacho, es ampliarla en 10 años hasta los 25. La forma de cálculo actual de las pensiones en España la explica de manera excelsa en este video (pincha aquí) Miguel Durán, durante un debate acerca de este tema en una cadena de televisión. Esta medida perjudicaría sériamente a las personas con suledos altos al final de su vida laboral, dado que al aumentar el denominador, la cuota disminuye, lógicamente; mientras que sería beneficiosa para aquellas personas suceptibles de quedarse desempleadas en los últimos años de su vida laboral; quédense con estos dos segmentos de la población para el razonamiento final.

El ahorro para las arcas públicas con esta medida se estima en 40.000 millones de € a partir de 2030, pero, ¿quién más puede beneficiarse de esta incertidumbre?

Sin duda, las personas con expectativas de poseer un sueldo alto (los que hemos hablado antes)en el fin del horizonte de su vida laboral, y que no desean mantenerse empleadas hasta los 67 años, tienen incentivos a contratar planes de pensiones, o bien invertir en fondos, lo cual generará un importante caladero de depósitos para ser aprovechado por las entidades financieras, sociedades y agencias de valores, que casualmente, no andan sobrados de los mismos en estos periódos, despúes del descalabro por la crisis financiera, o el fracaso de los planes de pensiones indexados, sin olvidarnos de los hedge funds.

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