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domingo, 28 de octubre de 2007

Bar Favorit, calle Doctor Cerrada.

Favorit, conocido bar de Tapas, almuerzos y Comidas, ya seas de bocatas o de platos combinados en la calle Doctor Cerrada, frente a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Trato a la clientela penoso, como ahora mismo vereis.
Como ya os dije; teníamos que tratar en profundidad este tema. Después de contarme la historia de lo sucedido y de asegurarles mi posposición a contar con este blog como medio de haceros llegar la noticia, me llega por mail lo siguiente:



Aviso!! La historia que van a leer puede herir su sensibilidad (al menos la mía).

Todo ocurrió un jueves, 18 de octubre, cuando siete alumn@s de nuestra facultad, se tenían que quedar a comer, después de haber tenido un duro día de clase, para hacer un trabajo por la tarde.

Bajaron al “enorme” comedor de la universidad a las 15h de la tarde, cuando terminan las clases los grupos de la mañana. Los cocineros les dijeron que ya no quedaba más comida y que no iban a hacer más. Pensando en una alternativa, pensamos en ir al Favorit (al lado del Pájaro Azul), ya que había bocadillos y platos combinados, a un precio similar al de la facultad, y ambiente universitario.

Los precios de los menús, eran hasta las 15.30h (luego más caros). No tardaron en pedir para que entrasen en la hora. Así que como vieron que estaba el camarero (no pasaba de la mayoría de edad) muy liado, le escribieron en un papel lo que iban a comer, para así aligerar.

Se acercó a ellos, y les comentó que tenían para un cuarto de hora (máximo 20 minutos). Les pareció razonable esperar. Esperaron y pasó dicho tiempo. Allí como en el desierto, sin bebida. (Yo creo que hubiéramos encontrado un oasis antes de que nos las hubiera traído). Le pedieron por favor, que nos fuese adelantando las bebidas preguntándole: “¿Puedes traernos las bebidas cuando puedas?”, y respondió: “Cuando pueda, vale?”

Eran las 16:20h, y llegaron las bebidas y a continuación los bocadillos y un plato combinado ante el asombro de todos al ver semejantes platos.
Las baguettes blancas, sin hacer (al borde de lo crudo) y con 7 patatas fritas (contadas) cada plato y en el plato combinado les faltaban, que creen que se las comió (el cocinero) mientras lo cocinaba.

Al camarero le reclamaron que les faltaban unos cubiertos (un viaje), cuando vino a dejárselos, le pidieron unas aceiteras para la ensalada (segundo viaje), y ya cuando vieron la situación, vino con el vinagre y se lo dijeron:
“¡Faltan las patatas de este plato y en los demás hay pocas!”, y responde: “pues vas, y se lo dices al cocinero”. Atónicos, ante tal respuesta, fueron hacia el cocinero…

“¿Por qué no nos has echado patatas?” – “se nos han acabado”. “Vale, pues échame chips, o cualquier otra cosa a cambio, por favor”. (Tienes el Eroski al lado, tío).
“Ven aquí majo, quieres que te cobre el precio de tarde (más caro), pues vas y te sientas en tu sitio que estás mejor calladito”.
“Si me cobras el precio de la tarde, dejo la comida y me voy”. “¿Qué te vas, adónde te vas?”, “a que te meto”. Esto ante la atenta mirada de toda la clientela allí reunida.

Ante semejante show, como tenían hambre, se lo comieron todo, pero con el nudo en la garganta y el “mal sabor de boca”.

Cuando se fueron, pagaron. Pero no se quedó ahí la cosa. Le aconsejaron de que así no se podía tratar a ningún cliente en ningún negocio, y que teníamos demasiada fuerza para ir contra ellos.

A lo que respondió: “¿sabes lo mejor que puedes hacer? No volver más por aquí, así que fuera” (con chasquido en los dedos y señalando la puerta).

Miramos la hora, y como una integrante del grupo se tenía que ir pronto + ganas (más bien pocas), tuvimos que quedar otro día para realizar el trabajo.

Yo no sé quién tiene la culpa, si el dueño por contratar a ese personal, si la hora por la que fuimos, porque son así,… pero lo que no podemos soportar es que nos traten así, sabiendo que la mayor parte de su clientela, somos gente de la facultad, a la que tienen que cuidar, que si está el Pájaro lleno, vamos ahí, ya que en el Pájaro no dan bocatas a la hora de comer.

Espero, os haya entrado tal resquemor, que recapacitéis a la hora de ir a tomar algo por ahí. Que aunque os cobren 20 o 30 céntimos más, pueden tener otros servicios por los cuales aumenten la variable precio, demostrando así la calidad del negocio.


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2 comentarios :

Anónimo dijo...

perdona que te contradiga en varias cosas, yo cada vez que he ido me han tratado genial y en este bar creo que tu lo que eres es un poquito pijo y parece ser que no sabes lo qe es ganarte el pan ya que como comprenderás todos tenemos que aguantar en los trabajos y mas si estas de cara al publico, veo que no sabes lo que es eso, ya que aguantar a niñatos como tu todos los dias que van poniendo mensajitos en internet despreciando la labor de lo demas solo merece que tu tambien el dia que trabajes seas juzgado perdona si te he ofendido en algo pero veo muy injusto que personas como tu juzguen el trabajo de lo demas sin saber que es llevar el pan a casa aguantando todos los dias a personas que solo saben exigir pero que a saber si el dia de mañana se exigiran a ellos mismos lo que exigen a los demas

Anónimo dijo...

No me creo nada.Cristian el dueño se entregaba a su clientela.Lo malo es que en el bar de al lado'Pájaro Azul'les fastidiaba mucho y al final consiguieron descalificar de tal manera,que lo hundieron.seguidamente lo compreron y lo cerraron para no tener competencia.El personal y los productos le daban mil vueltas al Pájaro Azul.Pero claro la fuerza de un local con más recursos, mina al que tiene menos pero te atiende mejor...